UNA APUESTA POR LAS AULAS DE ESCOLARIZACIÓN COMPARTIDA
¿Carlos, por qué quieres participar en este programa?: porque me gusta empezar algo nuevo, algo que “me motiva”, no porque me obligan sino porque tengo ganas de hacer algo diferente, algo donde me sienta tenido en cuenta”.
Respuesta de alumno en la entrevista de selección.
Esta primera fase (septiembre/ noviembre), se ha centrado en la coordinación pedagógica entre 4 Institutos de Educación Secundaria y la entidad.
Tras una reunión de inicio con los IES organizada por la entidad, y las reuniones de coordinación que se han realizado en cada Instituto, se han planificado conjuntamente las acciones de coordinación y seguimiento. Destacando:
– En relación con los IES: la detección de casos, preselección de los/las jóvenes, rutinas de seguimientos (telefónico semanal, reuniones de coordinación, reuniones de evaluación trimestral, tutorías de seguimiento con el/la joven y las familias), elaboración del itinerario formativo del/a joven.
– En relación con los IES, familias y jóvenes: Entrevistas con los/as jóvenes, un/a miembro de la familia, un/a responsable del programa en el IES (explicación/ información del programa, horarios y normas del centro). Entrevista individual con el/la joven.
– Desde la entidad: llevando a cabo la selección de 12 candidatos/as y la recogida de información: Informes psicopedagógicos y coordinación con los centros municipales (solicitud informes de absentismo escolar).
Tras la evaluación de esta primera fase, hemos observado una mayor demanda de plazas desde los IES para el programa así como, un mayor conocimiento del programa en el ámbito educativo y administrativo y la necesidad de mantenerlo por el éxito en cuanto a la prosecución de estudios y el retorno de los/as jóvenes al sistema educativo.
El impacto social, está directamente relacionado con la sensibilización de la comunidad educativa ante la problemática de absentismo y la exclusión social, y la necesidad de articular acciones complementarias para la reinserción educativa desde educación formal y no formal; así como, colectivizar la intervención socioeducativa desde la práctica pedagógica de los/as profesionales del tejido asociativo y la formación del profesorado de los centros escolares.